domingo, 9 de marzo de 2014

¿ES MALO TENER MALA SUERTE?

El texto habla de una situación concreta en la que dos amigos, Bell y Haig, después de pasar la tarde en un bar y salir del mismo con unas copas de más, cometen la irresponsabilidad de conducir sus respectivos vehículos teniendo consecuencias diferentes. Bell llega a su casa, se acuesta y se levanta al día siguiente con una simple resaca, por el contrario Haig, en su camino de vuelta, atropella a un joven causandole la muerte. A partir de este momento, se establecen en el texto una serie de reflexiones relacionadas con la influencia que tiene la suerte en nuestra forma de juzgar sus comportamientos. Para ello, el texto nos habla de la responsabilidad e irresponsabilidad, la suerte moral, la intencionalidad, la suerte constitutiva y la suerte circunstancial.


En primer lugar, si hablamos de responsabilidad e irresponsabilidad llegamos a la conclusión de que ambas personas son irresponsables, ya que saben de antemano que los efectos del alcohol te hacen perder el control y no valorar los riesgos que corremos. Siempre les quedó la opción de llamar a un taxi para evitar riesgos. En cuanto a la intencionalidad, podemos suponer que ninguno de los dos tenían la intención de hacer daño, pero eso es algo que se escapa a la hora de valorar los hechos, ya que la intencionalidad es algo que se encuentra en la mente de cada persona y podemos tener la certeza de si lo a hecho o no.


En relación con la suerte moral, dado que comúnmente, se piensa que sólo es adecuado juzgar las cosas moralmente en la medida que dependen de nosotros, en este caso si podemos juzgar la actitud de ambos puesto que es una situación que se podría haber evitado.


Si no hubieran bebido, no se habrían producido los hechos de los que estamos hablando. Aquí también interviene algo que no he leído en el texto, pero lo considero importante, es el conocimiento que tiene la persona de sí mismo, es decir, conocer nuestros límites, por ejemplo: hay quien que con una copa pierde el control y hay gente que con dos o tres copas no le afectan. 


Por otro lado, si hablamos de la suerte circunstancial, hacemos referencia al destino de las personas, ya que se dieron las circunstancias para que se diera, este lamentable suceso. ¿Que hubiera ocurrido si hubiera cogido por otro camino?¿Y si se le hubiera pinchado una rueda o se hubiese quedado sin gasolina? Entonces las circunstancias hubieran sido distintas y probablemente no se habrían llegado al mismo desenlace.


Finalmente, haciendo referencia a la suerte constitutiva, cabe destacar la gran influencia que tiene la educación tanto en la familia, como en la escuela y en tu entorno social al formarnos como personas. Normalmente no se le van a inculcar los mismos valores a un chico que se educa en una familia normal, a otro que se educa en un ambiente marginal.


Por lo tanto, debemos saber, que la suerte constitutiva no se caracteriza por los hechos y circunstancias que le ocurren al alguien. Simplemente se refiere a las acciones humanas que determinan la clase de persona que llegarán a ser.


          La suerte es aquella que determina como somos desde nuestro origen, lo que comprende los rasgos, talentos físicos e incluso las aptitudes mentales.